miércoles, 30 de diciembre de 2009

EL AÑO QUE TERMINA

Señor al terminar este año quiero darte las gracias por todo lo que recibí de ti. Gracias por la vida y por el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año; el trabajo que pude realizar, las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir. Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que están más lejos, los que me dieron la mano y los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría. Pero también Señor, hoy quiero pedirte perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y por el amor despreciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, por vivir sin entusiasmo, por la oración que fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón. Señor, Dios, dueño del tiempo y la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Y al empezar un año mas detengo mi vida ante el calendario nuevo, aún sin estrenar y te presento estos días que solo Tú sabes si llegaré a vivirlos. Hoy te pido para mi y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la caridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y de paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad; y mis labios a las palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes, Abre, en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene solo de bendiciones y las derrame a mi paso, cólmame de bondad y alegría para que cuantos conviven conmigo encuentren en mi vida un poquito de ti.
Dame un año feliz y enséñame a repartir felicidad.


Te agradecemos por todo los logros recibidos, en especial aquellos que nos costaron mucho esfuerzo y entrega familiar, gracias por ser el apoyo de la cabeza de nuestra familia, Juan Carlos Escate Ayala, en la obtención de una segunda profesión, la de Abogado.
Y. Z.G.



Gracias por alegrar nuestras vidas, enviándonos una nueva, danos tiempo y fortaleza para enseñarle a vivir en tu fe.

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